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diumenge, 16 de març del 2014

La música nos hace viajar

No hay nada como viajar. Que os voy a contar yo. La experiencia de llegar a un lugar donde no has estado nunca es mágica. Esa sensación de estar perdido, de no concocer nada, ni sabores, ni olores, ni la estética, direcciones o incluso normas de educación. 

Sin embargo, algo tan potente como la música puede hacernos viajar, recordando lugares en los que estuvimos años atrás. A cada persona hay diferentes canciones que le recuerdan diferentes momentos y lugares. Sin embargo, existe bastante consenso en algunas canciones clave que a muchísimos nos transportan a ciudades ya antes visitadas o vividas. 

Un buen ejemplo es Rio de Janeiro. A Cidade Maravilhosa cuenta con algunas canciones que si o si nos transportarán de nuevo a sus playas y barrios a todos los que hayamos tenido la suerte de pasar un tiempo allí. ¿O es que la célebre canción Garota de Ipanema no nos hace pensar en las maravillosas puestas de sol desde Arpoador? Esta canción, la más famosa del género bossa nova, fue compuesta por Vinícius de Moraes y Antonio Carlos Jobim, siendo inspirados por Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto, que pasaba siempre camino a la playa mientras ellos componían en el bar Veloso - actualmente bar Garota de Ipanema -  Aquí os dejo la versión mitad inglés, mitad portugués de mi querida Bebel Gilberto:


                                 "A beleza que não é só minha, que também passa sozinha"

Pero Rio no es solo bossa nova. ¿Como olvidar la samba? Este es el género que envuelve la ciudad en sus inolvidables carnavales. Una de las sambas más míticas es la Samba de Orly, compuesta en los años setenta, durante la dictadura militar de Brasil, por Toquinho, Chico Buarque y Vinícius de Moraes, en honor al aeropuerto parisino donde llegaban los refugiados brasileños. La letra tienen una profunda carga crítica a la dictadura y evoca la pena de muchos de los que tuvieron que huir. Aquí os dejo la versión, también de Bebel Gilberto - sí, soy un pesado - que hizo para la maravillosa película "Rio". 

"Vai, meu irmão, pega esse avião, você tem razão de correr assim desse frio, mas veja o meu Rio de Janeiro,  antes que um aventureiro lance mão."

Finalmente, una canción que está entre camino de la bossa nova y la samba, pero que no es ni una cosa ni la otra. ¿Cómo no pensar en nuestros paseos por la rua du Comerço o en las subidas al Pan de Azúcar cuando suena Mas que Nada? Esta canción la compuso Jorge Ben Jor y pronto se convirtió en un éxito mundial. En este caso os dejo la versión original, nada de versiones esta vez:

                     "Mas que nada sai da minha frente  pois o samba está animado e eu quero  sambar."

Y ahora viene París. Claro, mi ciudad favorita diréis muchos. Pero también la de muchísima gente. Y decenas de canciones transportan a más de uno a la ciudad de las luces y del amor. La primera seguramente es La vie en rose de Édith Piaf, sin duda la canción que nos llevará a la melancolía de un lluvioso y otoñal paseo por el Quartier Latin.

 "Quand il me prend dans ses bras, il me parle tout bas, je vois la vie en rose."

Y por supuesto, el acordeón, un instrumento tan parisino que hace que hasta el que no ha estado nunca evoque la Torre Eiffel, la catedral de Notre-Dame o la basílica del Sacré Coeur. Escuchar el Ballad de Paris, de François Parisi nos llevará a momentos como cuando uno el tren sale de la estación de metro de Passy y cruza el Sena hacia la de Bir-Hackeim en la línea 6 mientras aparece majestuosa la "Vieja Dama". 


¿Como no evocar las calles de Montmarte de noche, hasta llegar a las escalinatas y tener Paris a tus pies, cuando suena La Bohème de Charles Aznavour? Es imposible para todos los afortunados que hemos podido vivir un tiempo de nuestra juventud en la ciudad más bonita del mundo.

"La bohème, ça voulait dir on est hereux on était jeunes, on était fous, ça voulait dire on a vingt ans"

Y por último, una canción que siempre siempre me trae el olor a pólvora y las lágrimas de miles de valencianas y valencianos durante la Ofrena a la Mare de Déu dels Desemparats, les macletaes o la Cremà: el pasodoble Valencia, compuesto por el andaluz José Padilla y estrenado en el mítico teatro Olympia de París, haciendo millonario al compositor debido al aplastante éxito del pasodoble. Aquí os dejo la versión del gran Plácido Domingo:



"Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quisiera en la huerta valenciana mis amores encontrar"

¿Qué más canciones se os ocurren? En próxima entrada os hablaré de canciones que nos hacen viajar a otras ciudades como Nueva York o La Habana. Mientras tanto, viajemos con la música a París, Rio y Valencia. 

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